martes, 30 de septiembre de 2014

LX .- MIS COCHES.

Cochecito parecido al mío.
Bueno. No solamente los mios.

El primer coche que tuve era un cochecito  plata y rojo de pedales que me regaló mi abuelo Agustín allá por los años 30. Para mi abuelo yo era un paniaguado colmado de privilegios mientra que fuí el único nieto varón.
No me dejaban salir solo con el coche que además pesaba unmogollón, porque en mi casa consideraban que las cuestas de El Ferrol eran mortales. 
El que hubiera una calle llamada cuesta de rómpete el alma  tan cerca de la Plaza de Amboage donde me tocaba de jugar era bastante  significativo.





 SCHUCO TOY
- El segundo coche  era un SCHUCO TOY CAR made in West Germany que me regaló mi tio Pablo, que era mi tío preferido porque me llevaba de paseo y me hacía reir. Era de cuerda y andaba y paraba alternativamente y cuando paraba sonaba un fragmenta de la marcha triunfal de Aida-  Aquel coche lo guardé cariñosamente, con otros juguetes muy queridos pero después de ingresar en la Escuela Naval Militar, al regreso, en las primeras vacaciones, me encontré sin juguetes porque mi madre se los había dado a los hijos pequeños de sus amigas porque yo ya no estaba en edad de juguetitos. Creo que es privativo de madre hacer cosas así impunemente y que todavía  siguen haciendo cosas parecidas..

 


Moto Vespa-
- A continuación tuve una moto Vespa, en la que podíamos ir tres personas:  el conductor, un niño delante  y normalmente una señora detrás sentada "a la amazona". Y sin casco.
En cierta ocasión cuando salí por la mañana me encontré que la moto aparcada normalmente en la calle delante de mi casa no estaba en su sitio.  Me fui al juzgado de guardia a denunciar el robo. El secretario de turno me dijo que comprobara si algún vecino me estaba gastando una broma y volviera en caso negativo.Volví y redactamos la denuncia entre el Secretario y yo. Firmamos y el Secretario se la llevó al Juez de guardia. Volvió al cabo de un rato y me dijo que tenía que volver al día siguiente a confirmar la denuncia. Al día siguiente volví a confirmar la denuncia pero al mismo tiempo me dasahogué protestando por la perdida de tiempo que suponían las idas y venidas que en nada servían para la persecución de los presuntos ladrones. Y fui para casa con una advertencia del juez sobre mi obligación de notificar cualquier noticia que yo tuviera de la moto.
Al llegar a casa me dice mi mujer que me han llamado de la Comisaría de Policía para que me pase por allí. Allí me recibieron amablemente preguntando si era mía la Vespa de tal matrícula (que no recuerdo) y aclarado que sí era mía, el agente  puso cara de funcionario, se sentó detrás de una mesa y me dijo que tenía que pagar una multa -  ¿Porqué? dije yo. - Por dejarla mal aparcada en sitio prohibido.- ¿Como? Si es una calle particular de urbanización y no tiene señales de ninguna clase. - ¿Pero Vd. donde la tenía aparcada? - Pues delante de mi casa en la Alameda de San Antón. - Vaya, es
Wenceslao Fernández Florez en Ferrol.
Peridista en el Diario ferrolano. 
que la moto no apareció ahi...  Después de algunas deliberaciones con el Comisario me dijeron que podía recoger la moto en el Parque de Bomberos. La moto no arrancaba y llamé a mi taller de siempre para que fueran a recogerla y repararla. Y claro seguidamente me fui al Juzgado a decir que la moto había aparecido. El Juez y el Secretario prepararon una diligencia y me notificaron que no podía retirar la moto porque era prueba de un delito. Yo repliqué que a mi queja de los tiempos perdidos en el juzgado tenía que añadir las pérdidas de tiempo de la comisaría. A todas estas cosas yo no había visto al Juez, pero ahora me llamó y después de una charla amistosa y una llamada al Comisario de Policía, me dio permiso para retirar la moto del  Parque de Bomberos (?).

- El coche siguiente me lo encontré en La procesión de los días, una magnífica novela satírica ambientada en El Ferrol, de Wenceslao Fernández Florez. Un señor que se compra un coche - quizá un Hispano Suiza - y aprende a arrancarlo y a conducirlo cuando todavía no era necesario el carnet de conducir. Lo probó en la plaza de Amboage, pero como no le habían enseñado a pararlo estuvo dando vueltas hasta terminar la gasolina.

Biscuter
-Me cuentan que en la vecina Ares situada en la Península de Bezoucos, hace unos años solamente había dos coches los cuales circulaban como querían hasta que en el colmo de la casualidad fueron a colisionar con daños de chapa y pintura, obligando al alcalde a poner señales de trafico.

Cuando estaba circulando por España el Biscuter  le regalé uno de pedales a mi hijo igualito, pero a escala menor, que el de motor.




 Cadillac
- Mi primer coche de adulto fue un Cadillac descapotable fenomenal con unas aletas detrás muy vistosas. Se lo compre a un portugués en Guinea por cinco mil pesetas. Tenía achicharrado el alternador, pero compré un alternador nuevo pedido a Canarias por 900 pesetas contrarreembolso y fardé todo lo que pude por Santa Isabel de Fernando Póo. Consumía 25 litros a velocidad de crucero y fue muy criticado en EL CAMARON, un periódico que se hacía a mano en el B,H. Malaspina. Cuando me compré el primer coche nuevo le vendí el Cadillac a Neira por 10.000 pesetas (y todavía resultaba barato).
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El mítico Ford Taunus.
- Y llegó el mítico Ford Taunus negro de techo blanco que tanta sensación ocasionó en Ferrol a mi regreso de Africa. Lo compre por empatía con un médico que me salvó la vida. El tenía otro igual,
Lo compré en Ambas Bay una tienda importante de Santa Isabel de Fernando Póo.
En aquel coche recorrí totalmente la isla, San Carlos, Moka, Basacato del Oeste, Basupú, Basilé, Sácriba, etc., aunque en muchos sitios ya había estado.
La primera vez que salí por Santa Isabel me paró un guardia por ir en dirección prohibida, No es cierto dije yo. Aparqué y nos fuimos al principio de la calle y efectivamente no había señal de nada pero el guardia insistía en que los conductores tenían que saber las direcciones aunque no hubiera señal. Nos fuimos a la Comisaría y vino el Comisario con nosotros para comprobar que no había señal y por lo tanto yo no tenía que pagar, Aquí resumí en unos minutos una hora larga de dimes y diretes.
Paré en el Rio Mirupururu y me hice fotos para tener constancia de ello y todavía conservo una placa con la matricula FP correspondiente a una provincia española porque entonces Fernando Póo era una provincia más..
Cuando compré el Ford, me acongojaron tanto con que en España no había servicio  técnico para esta marca que me compre dos cajones de repuestos que me ocasionaron muchos problemas en la Aduana del puerto de Cádiz porque yo llevaba toda la documentación de importación en regla pero no figuraban los repuestos del coche que iban en el maletero. Claro que tampoco figuraban  el gato, ni la llave, ni las lámparas, ni la rueda de repuesto... Se pudo arreglar.



El rio Mirupururu a mitad de camino 
entre Santa Isabel y el Aeropuerto 
                                                      Ya de  vuelta en la Península  y   yendo  para  Ferrol,  subiendo por Piedrafita del Cebrero nevando copiosamente, me saltó la junta de entreculatas de los cilindros en "V" que tenía el Ford y llegué renqueando y muy lentamente a Ponferrada. Despues de dejar a mi mujer con los niños en un hotel, me fui al taller de la SEAT  para cambiar la dichosa junta pero el encargado me dijo que tenían prohibido por el concesionario atender coches de marcas distintas a SEAT. Después de largas negociaciones me dejó un rincón del taller y un pinche, que me salió por un ojo de la cara. Cambié la junta felizmente salvando dificultades como no contar con herramientas adecuadas y otras parecidas, y despuès de dormir un poco, seguimos el viaje...

Cuando llegó el verano nos volvimos a Cartagena que es donde teníamos nuestra casa y fuimos a bañarnos a La Manga. Allí aparcamos a la orilla de la playa y desplegamos las toallas y la sombrillas para tumbarnos un poco. De pronto pasó una pareja , se quedaron mirando el coche y dando vueltas alrededor, bajo mi mirada vigilante.
- ¿De dónde es esa matrícula FP?- dijo ella  - y él le contestó con suficiencia: Es de FILIPINAS. (¿Comprende:? : Fili Pinas  )             Puede parecer un cuento o una exageración pero ni una cosa ni otra, efectivamente, no mucho más tarde se repitió la escena con otra pareja; la misma pregunta y otra sesuda respuesta: Es de la Fuerza Pública.
Citroen GS 
Hace poco alguien que vió la placa de matricula que tengo pensó que era portuguesa...

En el mítico Ford Taunos aprendieron a conducir mis hijos y  lo utilizaron hasta su final en el desguace. Mientras yo me compré un Citröen GS , aquellos de suspensión hidráulica que según la publicidad   podrian andar sin una rueda de atrás pero mejor no probar.







Seat 600.
¿ Y que hizo mi buen amigo  Ramos en Guinea mientras yo compraba el Ford Taunus ? Pues se compró un SEAT 600 porque era mucho más barato que en la Península aunque muy práctico y resistente  Y durante muchos meses en la Isla de Fernando Póo hubo un SEAT 600  único.
Pero este caso no fue un hecho aislado,  Varias veces a lo largo del tiempo algunos se compraron  en Fernando Póo esta joya de la automoción española y tuvieron el privilegio fugaz de poseer el único Seat 600 de la Isla, donde circulaban muchos coches de alta gama.
Ford Santana




Despues me comprè otro  Citroen GS pero verde y a continuación un Ford Santana plateado precioso. Tanto los Citroen como el Ford Santana pasaron por mi vida sin pena ni gloria y finalmente compré el Renault Laguna que sí tiene una pequeña historia:






Llegué un día a casa con mi Renault Laguna y me encontré que no podía entrar en el Garaje porque había un coche de la Policía delante de la puerta. Aparqué en doble fila y esperé pacientemente. La calle es ancha y pasa fácilmente cualquier vehículo o sea que el aparcamiento en doble fila no obstruye el paso.
Esperé por lo menos media hora y de pronto un policía me golpea el cristal de la ventanilla y pretende echarme una multa por estar en doble fila. Le pregunto si ese coche es el suyo señalando hacia la puerta de mi Garaje - Pues sí - Pues si hace el favor de quitarlo podré entrar  en mi garaje para no quedarme en doble fila. Se disculpó y quedamos tan amigos...

Pero me dio un infarto después que me produjo un fallo multiorgánico de tal forma que resulta muy conveniente que no conduzca. Entonces decido regalárle el coche a mi sobrino porque venía a verme con frecuencia. Pero ahora desde que le regalé el coche, ya no veo el coche ni a mi sobrino. Incluso le pedí a mi sobrino una foto del coche para ilustrar este artículo, que me la prometido pero no me la ha dado.





                                                                  ADENDA

Por fin mi sobrino me remitió una foto del coche que le dí. Ahora ya están todos los modelos de coche que tuve.



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