jueves, 18 de septiembre de 2014

XLVIII (2).- La vida de Don José (4)

CRÓNICA.


CAPITULO IV.
Donde se narra el triste final de Don José y el de su hijo Pepito que murieron un mismo día del año 1918 abatidos por la llamada gripe española que mató entre  50 y 100 millones de personas en todo el mundo. Al día siguiente murió su perra Zarina, unos dicen que de la misma gripe y otros dicen que de pena.

Las inesperadas y simultáneas muertes de Don José y de Pepito trajeron muchos disgustos y preocupaciones a la familia..

En su lecho de muerte Don José después de Confesar y Comulgar, pidió ante testigos y según consta en su partida literal de defunción, que se reconociera a  Asunción como su hija legítima que lo era.
Nunca consiguió tal cosa la familia por más que trataron de remover Roma con Santiago. 

Cuando ya se estaba formando un cortejo fúnebre de primera con seis curas y una carroza  capaz de llevar la pequeña blanca caja de Pepito encima de la caja de Don José, de roble, llegó un piquete de socialistas y deshizo el cortejo expulsando a los curas del acompañamiento al cementerio de José que salió sin curas y con poca gente...
Se llamó otra carroza para la caja de Pepito que salió  mas tarde con los curas y multitud de amigos de la familia.


Y viene el tercer disgusto, porque al llegar al Cementerio le niegan sepultura cristiana a José y lo mandan a tierra non sancta fuera del cementerio lo cual era un oprobio para la familia..

Gracias a la intercesión del hermano mayor de José que trajo como testigo al cura  que lo había confesado en el lecho de muerte, el entierro se hizo normalmente con rito cristiano después de un considerable retraso que permitió la llegada del cortejo fúnebre de Pepito enterrándose padre e hijo a la vez..

Aquí termina el CAPITULO IV de la vida de Don José.
Pero, por esta vez y sin que sirva de precedente haremos un EPILOGO más tarde para comentar todo lo que hemos ido dejando atrás para facilitar la narrativa y simplificar la historia de la vida, de la corta pero apasionante vida de Don José, pero nunca es tarde para añadir algunas cosas curiosas por lo menos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario