LIV.- NACER, CRECER Y MORIR.

Séneca

Agustina de Aragón

Nací y crecí en la España de Séneca, de Viriato, de Guzmán el Bueno y de Agustina de Aragón, de El Cid y del Gran Capitán, de Fernando de Magallanes y  de Juan Sebastián Elcano, de Francisco Pizarro y de Hernán Cortés, de Teresa de Ávila, de Juan de la Cruz, de Lope de Vega y de Garcilaso, de los Reyes Católicos y de Carlos I, de Manuel de Falla y el Amor Brujo, de Diego Velázquez y Bartolomé Esteban Murillo, de Santiago Ramón y Cajal,  de Jacinto Benavente y de Vicente Aleixandre, del Alcalde de Móstoles, del tambor del Bruch, de las familias numerosas y de los hombres de provecho.

El Cid Campeador.

Pero me estoy muriendo en la España que nos trajo Zapatero con  sus ministras, en la del 11-M,  de la ETA, de BILDU y de PODEMOS, del Sálvame de Luxe, de los pelotazos, de la corrupción, del paro y de la miseria, de Arturo y los caballeros de la Cama Redonda, de Artur Mas  y Catalonya Lliure, de la ESO y de la LOGSE, de Baltasar Garzón, de Belén Esteban y de  Paquirrín, de las cuentas en Suiza y en las Islas Caimán, de Filesa, de Bárcenas, de los ERE y del clan Pujol, del aborto, de la prevaricación, del matrimonio gay, de los jóvenes nini y de los hombres aprovechados.

Bibiana Aido

Selina el día que descubrió y disfrutó
de los Percebes en Ferrol, porque en la tierra
de su madre solo hay Ostras Perlíferas.

Rafa Nadal.

Sin embargo cuando el cielo está despejado y luce el sol, vuelve a mi la esperanza y revivo en la España de Severo Ochoa y de Juan Ramón Jiménez, de Camilo José Cela y de Mario Vargas Llosa, de Rafa Nadal, de la Roja, de Fernando Alonso, de Carolina Marín  y de  Pau Gasol, de Montserrat Caballé y de Plácido Domingo, de Cáritas y de la Cruz Roja, de Julio Iglesias, de Joan Manuel Serrat y Raphael, de Alaska y de Alejandro Sanz, de Tápies, Chillida y Valdés, del Museo del Prado,  del Guggemhein,  de Joaquin Rodrigo y el Concierto de Aranjuez, de la Jueza Alaya, del Camino de Santiago y de la Sagrada Familia, de la Alhambra y del Acueducto de Segovia, de la playa de las Catedrales y de las playas ferrolanas, de los fuegos de Amboage y de las Rondallas a las Pepitas, del lacón con grelos y de los percebes,  de mis hijos  y de mis nietos, de mis otros parientes y de los amigos, de los pocos amigos que me quedan vivos.   

META del Camino de Santiago.