domingo, 26 de octubre de 2014

LXXXI.- DIÁLISIS...

... y ÓSMOSIS.




Adolf Eugen Fick.
Historia basada en hechos reales. Se han dramatizado ciertas situaciones  para darle más fuerza expresiva a la narración.

Cuando por el año 1944 me peleaba  con Bichet, con  el abate Nollet,  con Dutrechet,  y muy especialmente con Fick   y con Van´t Hoff para aprender lo que es la ósmosis en el laboratorio, esta vez de mano de la señorita Ángeles y  desde el punto de vista de la biología, porque la jurisdicción sobre la ósmosis se la disputaban entonces la biología y la naciente fisicoquímica, aunque con el paso del tiempo no serían las únicas. Antes ya había estudiado la ósmosis en física y en química por separado, de la mano de otros profesores, pero no me enteré de lo que era hasta que escuché la explicación de mi profesora de Ciencias Cosmológicas Ángeles Alvariño. La ósmosis era entonces una especie de comodín didáctico que aparecía al pasar página, cuando menos te lo esperabas, casi lo mismo que las escalas termométricas que eran todavía más disputadas por diferentes disciplinas. Me pasé una parte importante del bachillerato de siete cursos pasando grados celsius a grados reamur y sucesivamente a kelvin y después a farenheit y viceversa.





 Jacobus Henricus Van't Hoff.



Experimento de laboratorio en el
que la presión osmótica inicial
 es equivalente
a la presión hidroestática final 
que viene medida
por la diferencia de
niveles.
La ósmosis es un fenómeno físico-químico que consiste en el paso recíproco de líquidos de diferente densidad, a través de un tabique poroso o membrana semipermeable, que separa los dos líquidos tales como un disolvente y una solución del mismo: agua dulce y agua del mar, o agua y alcohol etílico recién fabricado (que es una solución de alcohol y agua), o agua y orina, o sangre y una solución especial, etc  El paso de líquidos se establece por la presión osmótica del  disolvente (menos concentrado)  circulando hacia la solución, y cesa cuando los dos líquidos separados por la membrana tienen la misma concentración, es decir cuando llegan a ser isotónicos. La circulación de líquido siempre se produce de la parte de líquido menos concentrado a la parte del más concentrado. La diferencia de alturas entre los niveles de los líquidos al final del experimento, (medida de la presión hidroestática), es equivalente a la presión osmótica inicial.


Sydney Loeb.
El año 1965, con lo de la ósmosis ya relativamente olvidado, veinte años más tarde de que la señorita Ángeles me enseñara lo que es la ósmosis, me encuentro con la Ley 85/65 de 17 de Noviembre, por la que se van a construir dos submarinos tipo "Daphné" y entrando algo más en materia profesional resulta que los submarinos de ese tipo montaban equipos de ósmosis inversa para producir agua potable. Una novedad científica para mi que no tenía ni idea de lo que era la ósmosis inversa.

Y así me encontré de nuevo con los viejos científicos que habían llevado la ósmosis a buen fin y con otros más como Srinivasa Sourirajan y Sydney Loeb, a quienes se les había ocurrido la tontísima idea de empujar la solución de agua y sales que es el agua del mar, contra nuestra vieja conocida la membrana semipermeable, al revés del sentido natural de la presión osmótica, descubriendo que el agua dulce contenida en el agua del mar pasaba al revés que en la ósmosis, hacia el lado de menos concentración, aumentando así la reserva de un agua potable que además estaba libre de gérmenes. Al mismo tiempo lograron nuevas membranas semipermeables mucho más resistentes, para que no se rompieran con las relativamente altas presiones que se necesitan en algunos casos para lograr la ósmosis inversa. El agua del mar de los muelles es asquerosa, hedionda, putrefacta, y a veces peor, aunque frecuentemente haya en ella pescado riquísimo si se prepara bien, pero, tratándola mediante filtrado mecánico eficiente, intercalando una capa de carbón activado, haciéndola pasar a través de membranas semipermeables, aireándola y guardando una Jarra llena de ese agua en la nevera durante una hora, resulta deliciosa.







Submarino delfín S-61 que montaba 
equipos para depurar
agua del mar por ósmosis inversa y
hacia agua potable
 bacteriológicamente pura.
Del agua del mar se puede extraer  por este procedimiento hasta un 40% del agua dulce que contiene; incluso supe que eso de obtener agua potable también se puede hacer a partir de orina, cosa importante para casos de supervivencia en la mar, pero que casi nadie quiere probarla a pesar de ser bacteriológicamente pura. Yo la probé con permiso de un médico militar presente y aquel agua no era precisamente agua etiqueta negra, pero como dicen en mi pueblo lo que no mata engorda...









Los riñones reciben sangre impura
de la aorta y la devuelven 
purificada al cuerpo, expulsando 
los desechos a la vejiga urinaria.
Entonces también me enteré de que la Medicina empezaba a disputarle la jurisdicción sobre la ósmosis a la física, a la química, a la fisico-química y a la biología, entre otras ciencias, porque con la ósmosis de la orina estaban haciendo en laboratorio el análisis  del dopaje deportivo...


Y llegado el presente año 2014, cuando ingrato de mi ya no me acordaba para nada del abate Nollet, ni de Van't Hoff, ni de Loeb, vuelvo a encontrarlos después de setenta años de haberlos conocido y sin saber para que era aquello  de la ósmosis, hechos unos chavales, cuando ahora resulta que sin ellos y sin aquello que vino detrás, la ósmosis inversa, que nos legaron, yo no estaría aquí ahora. Les debo la vida en primera instancia... y en segunda a Willem Johan Kolf, inventor de la máquina de hacer diálisis, ... y en tercera a... y hoy a...


Con el doctor Fernández.
Pues es que tuve dos infartos en menos de un mes, el primero tan leve que apenas pudieron diagnosticarlo los sacrificados  médicos de urgencias, pero el segundo infarto por poco me manda al otro barrio. Me provocó  un fallo multiorgánico con encharcado de pulmones, sabe Dios que otros daños colaterales más  y, sobre todo, un fracaso renal total. Mis riñones ya tenían goteras, me los cuidaba el estupendo trío de Nefrólogos del Arquitecto Marcide, doctoras Fernanda Arrojo y Helena Díaz  y el doctor Pablo Bouza, pero mis inolvidables riñones ya no estaban entonces para muchos trotes.


Estuve en un estado casi semicomatoso del que tengo unos recuerdos fugaces de una cara y de un pelo de mujer negro y ensortijado cuidándome, pero no vi luces al final del túnel ni me pasaron por delante historias de mi vida, que ahora me servirían para presumir. Desperté hambriento y pidiendo que me trajeran un zarangollo y "el" estradivarios. De esto me enteré porque me lo contaron.
Que pida zarangollo, una especie de pisto, pase,   porque tenía hambre y porque el zarangollo es uno de los pocos platos murcianos que me gustan, pero ¿"el" estradivarius?, jamás toqué el violín, ni siquiera tuve uno de juguete, aunque en honor a la verdad, en cierta ocasión intenté tocar uno de verdad consiguiendo arrancarle un chirriar espeluznante que me dejó con dentera para siempre.


Gracias, Mari Carmen.
Desde luego deliraba pero le di un buen susto a mi familia porque pensaron que también había un cierto fracaso cerebral. Pues allí  en estado semicomatoso, el día del padre, tuve en Marzo de 2014 mi primera sesión de Hemodialisis Urgente, controlada por la doctora Fernanda Arrojo y por el doctor Pablo Bouza , de los que ya era paciente que además ya me habían preparado previsoramente la fístula con anterioridad, en ese complejo hospitalario  que, por abreviar, se llama CHUF, pero que todo el mundo, que no está para recortes llama RESIDENCIA y que yo conocía como Arquitecto Marcide. Una vez salvado y repuesto en mi peso seco,  me pasaron al Departamento de Hemodiálisis del Hospital Juan Cardona, que muchos llaman Hospital de Caridad..
Ahora estoy asignado a la Sala Pequeña (aunque al parecer haya otra más pequeña en el primer piso) del Hospital General, - otro nombre popular del Juan Cardona que yo no conocía - donde recibo hemodiálisis controlada por un equipo médico magistral formado por la doctora Magdalena Adeva y los doctores Donapetri y Fernández.


Voy a retroceder un poco para explicar a grandes rasgos, en que consiste la función renal perdida, antes de continuar con mi historia. Los riñones limpian la sangre que les llega de la aorta, eliminando por ultrafiltración, ciertos líquidos, y por difusión, desechos del metabolismo, toxinas y minerales, como excesos de potasio o  de fosfatos, que el cuerpo sano elimina sobre todo al orinar.

Alberto, gracias.
Pero no olviden que el riñón también tiene una función endocrina aportando eritropoyetina para producir eritrocito, renina que regula la tensión y el calcitrol  encargado de formar huesos.
La diálisis es una forma muy imperfecta de sustituir la función renal, basada en cierto modo en la ósmosis inversa. La diálisis es la depuración extracorpórea de la sangre mediante la difusión de solutos a través de una membranas semipermeable y en sentido contrario la difusión por ósmosis del agua, lo que mantiene el equilibrio entre la sangre y la solución especial.
Se aplica a las personas que han sufrido la pérdida total o parcial de la función renal,  y que por ello la creatinina se les fue a las nubes o han dejado de orinar definitivamente, "dejar de orinar" que sorprende a muchas personas. En mi caso, que el fracaso renal es definitivo, me atan a la máquina tres días a la semana cuatro horas al día. Para otras personas que conservan la función renal parcialmente, las sesiones de diálisis son más cortas porque son un complemento al porcentaje útil que quede de su función renal...
La conexión del paciente a la Máquina se hace mediante catéteres definitivos o temporales o con tubos provistos de agujas, conectados al sistema circulatorio sanguíneo del cuerpo, o a través de una fístula que consiste en la interconexión entre una vena y una arteria, hecha quirúrgicamente, que engorda notablemente la vena gracias a la presión arterial y que es donde se clavan las agujas citadas...Por uno de los tubos te sacan sangre contaminada y por el otro te la devuelven depurada por efectos de la hemodiálisis que como ya dije es una especie de ósmosis inversa.



Manolo, gracias.
Sin embargo la hemodiálisis no elimina todos los cuerpos nocivos que se acumulan en la sangre con los alimentos y por el contrario también elimina indebidamente otros cuerpos que son buenos, como algunas vitaminas, por lo que la hemodiálisis debe complementarse con dieta y con medicación. Ocurre lo mismo con la función endocrina de los riñones, que la diálisis no suple.
Hay un método de diálisis aprovechando que el peritoneo es una membrana semipermeable natural pero yo lo tengo hecho trizas después de varias operaciones para acceder a mi intestino por lo que no me vale para hacer ese tipo de diálisis apellidada peritoneal..



Diálisis en el Juan Cardona, al principio, 
con el Doctor Sierra.
.
Las máquinas de hemodiálisis todas tienen un mismo aspecto imponente y deben pesar más de 100 Kg. Quiero creer que de la misma forma que el primer ordenador ocupaba una habitación y ahora se lleva en un bolsillo, las máquinas de diálisis lleguen a ser portátiles y no haya que estar doce horas a la semana tendido en una especie de amplísimo sillón de peluquería..
Un equipo de Médicos, de Supervisores de Sala, de Enfermeras y Enfermeros con sus Auxiliares de Enfermería, garantizan los cuidados de los pacientes, pesándolos para calcular los líquidos que traen acumulados, conectándolos a las máquinas y anotando varias veces su tensión arterial y temperatura corporal, a lo largo de la interminables sesiones, realizando analíticas periódicas de control y que además, reparten cafés y bocadillos. Pero también comprueban tu buen estado de ánimo, porque uno de los riesgos de la diálisis aparte del endurecimiento de las venas, es la depresión, por estar tanto tiempo en la misma postura, sin moverte, aislado de la familia y de los amigos de siempre y prácticamente sin hacer nada, y a veces soportando en el televisor el programa de Belén Esteban, Kiko Matamoros y el resto de la tribu de Telecinco, que yo no sé quien lo elige... A mi nunca me preguntaron lo que quiero ver o escuchar...Creo que siempre diría nada salvo alguna excepción, porque el ruido de la tele contamina el ambiente y seguramente los que prefieren leer se sienten molestos aunque callen. En autobuses, trenes y aviones ven la película todos los que miren la pantalla, pero solamente la oyen los que la escuchan por los auriculares dispuestos en cada asiento.
Un puesto preparado. A la derecha 
de la Maquina se ve en blanco
el dializador, cerca de la pantalla..
La doctora Adeva, que es encantadora, pasa todos los días a cambiar impresiones con los pacientes, salvo algunos días en los que se turnan  los doctores Donapetri y Fernández, para comentar alguna incidencia. Con cierta frecuencia, el doctor  Fernández visita el vestuario,  pero cuando aparece, debe tener la impresión de que es un lunes placentero porque a su presencia cambia el ambiente a mejor. A mi me caen muy bien los tres doctores, Adeva porque es muy simpática y atenta, Donapetri porque se puede hablar con él y porque conocía a su padre y Fernández porque es muy campechano y amable y no tuvo inconveniente en hacerse una foto conmigo para ilustrar esta historia. Admiro su entrega vocacional y que tienen carácter para tranquilizar al paciente, cosa muy importante a mi juicio..
Hay turnos de enfermería que ya conozco bastante, aunque a unos más que a otros, como para asegurar que todos ellos son competentes, amables, dispuestos, simpáticos, y hasta casi indispensables. Ahora recuerdo a Isabel que le siguen Isa, a Matilde, a  Olga, a Cristina, a Julia, a Elvira, a Teresa, a Natalia, a Luisa, a Mari Carmen, a Rosa, a Dolores, a las tres Evas ( Eva "la primera", Eva "la mala" y Eva López), a  Mario, a Joshua, a Manolo y a Alberto. También recuerdo a los celadores que en cierto modo forman parte del equipo sanitario. Tengo la impresión de que no puesto algunos nombres del equipo de enfermería, aparte de aquellos que me exigieron que no los hiciera aparecer (?). Pido perdón a los que olvidé sus nombres en este momento aunque recuerde sus caras, ya saben que hago ejercicios memorísticos continuos para darle nombre a las caras...






Rincón de la Sala pequeña.
No me olvido de los pacientes. Hay pacientes en mi sala muy simpáticos  y agradables, como Mari Luz, que cito representando a todos, aunque sea la más joven y además porque no tiene inconveniente en aparecer aquí,.
Desde que empecé hemodiálisis en Marzo engordé 3200 g, porque en mi plan de lucha contra la depresión figura el comer bien y el mantenerme ocupado en todo lo que pueda, leyendo, viendo películas, oyendo música, charlando y haciendo este blog,  pero para mí sería mejor que además funcionara la WIFI del PACIENTE, del Hospital, cuyo menú pidiendo las contraseñas te sale cada vez que pretendes entrar en internet estando en el vestuario o en la sala del hospital, pero que no funciona con las claves que te facilitan gratuitamente, ni siquiera con las que  dan por segunda vez. Esto me facilitaría el fraguar artículos para mi blog, en lugar de un pasar un tiempo perniciosamente ocioso.
Atendiendo propaganda de que el Hospital tiene WIFI para PACIENTES  hasta me compré una tableta por si el fallo era del móvil, pero nada...

Sin embargo  lo mas deprimente  de todo el proceso de Diálisis para mí no es por ahora la falta de WIFI para poder navegar, lo malo a efectos de una depresión potencial,  me ocurre en las ambulancias y en el vestuario.  La hora de recogerme en ambulancia para llevarme a la Sala correspondiente es DOS HORAS ANTES de conectarme a la Máquina, cuando resulta que mi casa está a diez minutos del Hospital y que en ocasiones después de recogerme, la ambulancia vuelva a pasar por delante de mi casa  hasta dos veces (?) pero como no tengo muy bien el corazón, vivo solo (aunque por si acaso con un botón para pedir socorro a la Cruz Roja) y me han recomendado no conducir, ni enfadarme, ni decir tacos...


Membranas semipermeables
.
(dializadores)
Una compañera de ambulancia me dijo que por ser de ISFAS,  si me pasaba a ADESLAS me traerían al hospital en Taxi, cosa que así era cuando me pasaron a ADESLAS al cesar en el ISFAS, pero yo opino que el INSERSO debe  ser el único Sistema de Seguro de Enfermedad. Que los otros Sistemas solamente debieran ser para cosas muy concretas como, p.e., accidentes, partos, quemados, cirugía plástica, cirugía estética, cambios de sexo y otras cosas que no sean realmente enfermedades aunque los afectados se puedan llamar enfermos.

A veces Sofía o María que son compañeras en las ambulancias que nos traen, me hacen sentir que hasta venir en la ambulancia puede ser amable.
Me voy enterando de las cosas que pasan y de lo que pasó en otras salas de diálisis, porque charlo con Sofía que es muy simpática y amable  y escucho a María, que siempre lee durante la sesión de hemodiálisis y que tiene una nieta chinita que la despide cuando ella se va de casa y que me recuerda como eran y como se comportaban de pequeñas mis nietas de madre japonesa...
Esquema de la Hemodiálisis.
En el vestuario me dedico a escuchar y  observar y digo algunas pocas cosas porque no soy muy hablador. Y ¿que pasa en el vestuario donde esperamos más de una hora el momento de "enchufarse a la máquina"?. Pues me repatea que a alguno de los mas ancianos y con peor salud aparentemente, haya quienes les hablen con el mismo tono y media lengua que usaba Fofó en el Circo  con los niños: ¿como "tan utede"? De entrada hay quien pide que la Sala pequeña en vez de llamarse "la pequeña", se llame la última porque los asignados a ella son los últimos en pasar y los últimos en salir, siempre detrás de los de la Sala grande. Después oyes que alguien protestó - no sé ante quien - sobre como se comportó con él un conductor y de que ya le resolvieron la vuelta  a casa sin tener que esperar él a la ambulancia, ahora es la ambulancia quien espera por él. Te das cuenta de que mucha gente acumula estrés por cosas que  podrían resolverse con fácilidad. A continuación compruebas que el pijama colocado sobre tu taquilla no te sirve porque tiene manga larga demasiado estrecha, imposible de remangar para acceder a la fístula... y que prácticamente nadie encuentra el pijama a su medida ni adecuado para su fistula o su catéter. ¡¡¡Córtale la manga!!! ¡Córtala! ¡Córtala!...gritan los más exaltados como si se tratara de un encuentro de gladiadores en el Circo.

Un equipo amable tipico de Enfermería  de Hemodiálisis.
Los  lunes cambian las cosas, nadie se enfada, nadie alza la voz,  ni nadie le corta la manga con una navaja al pijama que está sobre su taquilla porque pide otro, si es preciso,  a una auxiliar; incluso nadie hace cortes de manga hacia las salas aunque no encuentre su talla de pijama. El fin de semana tranquiliza los ánimos, las tardes con familia y amigos, sin el estrés de esperar en casa a la ambulancia que nunca llega a la misma hora porque depende de quien sea el conductor, sin tener a ese otro conductor empujándote físicamente para apurar, o sin el traqueteo de los adoquines en la ambulancia que conduce un tercero, o sin tener que esperar la ambulancia tiritando de frío a las diez y media de la noche para que te lleve de vuelta a casa (???) y,  sobre todo, sin el tedio de esperar otra hora más en el vestuario sin hacer nada después de casi una hora en ambulancia, sin cobertura de wifi para poder acceder a redes sociales y con una chaqueta de pijama puesta que quizá te aprieta, y sin hemodialisis durante dos días seguidos (!!!), en fin todo esas cosas que los fines de semana curan . Porque los fines de semana curan parte del estrés acumulado durante la semana, y sus benéficos efectos flotan en el ambiente del vestuario los lunes y en menor medida los viernes que parecen el preludio en la mayor de la llegada de un nuevo y beneficioso, para el alma, fin de semana. 

Nunca es tarde para  mejorar el servicio de ambulancias.

Aunque por fortuna la prestación de estos servicios incluida la hemodiálisis, es un lujo de nuestra Seguridad Social, que ya quisiera Obama, y como todos los días no pueden ser finde para paliar el estrés asociado a las sesiones de hemodiálisis, podría remediarse un poco más con el mismo coste si algunos miembros del variopinto personal, que trata a los pacientes cada día desde casa hasta la Salas de Hemodiálisis y viceversa, recibieran un cursillo acelerado de como debe tratarse a los ancianos sobre todo porque están enfermos y si, por otra parte, alguien coordinara a los conductores de ambulancia fijando y controlando el cumplimiento de  los horarios y de los circuitos o rutas de recogida y devolución de los pacientes a sus casas pues creo que sería muy bueno para ayudar a que nadie se estrese o se deprima, porque la hora oficial de recogida en casa se cumple dentro de una horquilla de media hora según conductor, lo mismo que la espera por la ambulancia para volver a casa.

... Y hoy, antes de terminar quiero agradecer una vez más los cuidados que me han dispensado para mantenerme vivo, los equipos sanitarios de los Departamentos de Hemodiálisis del Arquitecto Marcide por salvarme y a los del Hospital General, donde estoy asignado ahora.


APOSTILLAS

Primera.- Recuerde el lector que algunas situaciones se han dramatizado para darle más fuerza expresiva a la narración, aunque la historia esté basada en hechos reales.

Segunda.- El carácter de los conductores de las ambulancias es una ficción  de esta historia. A la mayoría de ellos les notas que consideran que las ambulancias son para los enfermos y no  al revés, te ayudan en lo que necesitas y no en lo que no quieres, te  ponen el cinturón de seguridad si tu no puedes y en cualquier caso te recuerdan la obligación de ponerlo, se interesan por ti, tratan por igual a todos, y en una palabra creo que cumplen con su deber. En cuanto a los caóticos horarios y rutas de las ambulancias sigo pensando que podrían y debieran ser establecidos de un modo uniforme, controlados y supervisados.

Tercera.- El ambiente de crispación del vestuario lo he visto  cambiar a mejor desde que llegué porque había pacientes que traían malos modos contagiosos que desaparecieron porque se han ido llevándolos. Se han ido sin eufemismos, no sé si para recibir  trasplantes, para otros hospitales o para otros horarios. También se fueron algunos que creaban buen ambiente, alguno de ellos para trasplante, pero estaban mediatizados por los  crispadores, pero la cuestión de pijamas, que están ahí, que hay más de los necesarios, es una signatura pendiente.

Cuarta.-  La mejoría del servicio de ambulancias de esta historia es, como ya habrá observado el inteligente lector, una parábola literaria que sustituye el concepto "mejoría del servicio" por el  "objeto material susceptible de ser organizado", representado por una ambulancia manifiestamente mejorable.  


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Anécdotas de médicos.


En la universidad, el profesor le hace un corte de bisturí en el abdomen a un cadáver y  explica que para ser cirujano hay que tener buen estómago y mucho ojo clínico. Entonces mete un dedo en la abertura hecha en el cadáver y lo chupa, varias veces.  Después invita a un alumno a repetir pero el alumno se va a un rincón a vomitar. unos se niegan simplemente y otros vomitan solo al pensarlo, hasta que aparece Porquerizo que efectivamente mete el dedo índice y lo chupa repetidas veces Entonces el profesor le dice: Señor Porquerizo tiene usted  muy buen estómago pero muy poco ojo clínico, Yo metía el dedo índice también, pero me chupaba el dedo medio...


En un examen oral de fin de Curso especial para  Tazón que ya tenia veintiocho años,  que era el veterano tocador de pandereta y el saltarín oficial de la Tuna de Fonseca, y que ya llevaba cuatro años repitiendo Anatomía Humana de Primero, el profesor cogió una tibia de una caja que tenía a su derecha y lo pasó a otra caja que tenía a la izquierda, al tiempo que preguntaba - ¿ Sr Tazón, que hueso es este, que lo reconocería hasta un pirata puesto de espalda? - Tazón que no daba pie con bola, que era algo cortito y que quería estar en Betanzos a la hora de comer, ni corto ni perezoso sacó un lápiz grueso bicolor de un bolsillo y lo metió en otro, al tiempo que preguntaba ingeniosamente, según se creía él, ¿Y de que marca es este lápiz? A continuación sin esperar respuesta, se levantó y se fue a Betanzos en su moto, 
Dicen que nunca aprobó Anatomía humana y que dejó Medicina, otros comentan  que abandonó definitivamente los estudios de Perito Agrícola a los treinta y ocho años, los de más allá murmuran que se matriculó en la Facultad de Veterinaria en Lugo a los cuarenta y cinco, pero según los generalmente bien informados parece ser que nunca acabó nada y que nunca ejerció de nada, gracias a Dios.  


- Tonucha, vente conmigo que tengo vez a las once y tres minutos en el médico - dijo Amelia - y así tomamos después un café  juntas a ver si me pongo mejor...
- ¿Que te pasa Melucha? -  dijo Antonia - Que por un lado tengo alta la creatinina según mi medico, que no sé lo que es, y por otro hace quince días que no meo - contestó Amelia.
- Es que retienes líquidos como yo Melucha - dijo Antonia con un tono más que suficiente - toma una pastillas al día de Seguril, que yo la tomo y me va de maravillas, todavía me quedan pastillas para darte.
- Tienes razón como siempre Tonucha - afirmó Amelia y siguió - voy a hablar con mi médico para decirle que tengo Seguril y que me pase la consulta a la semana que viene a ver como me fue. 
Antonia se va a buscar las pastillas prometidas mientras que Amelia marca un número  en el móvil  y habla con su médico... y al cabo de unos minutos...
- Melucha ¿que te dijo? - inquiere curiosa Antonia cuando volvía esgrimiendo  la caja de comprimidos  de Seguril de 40 mg - Pues Tonucha, entendí que vaya el martes, ya que hoy está muy ocupado  y creo que lo del Seguril le parece bien - Por cierto, que se oía muy mal y tengo que cambiar el teléfono ya - sentenció Amelia, y se fueron juntas a tomar café que es diurético, buscando una ayuda para el comprimido de Seguril y conseguir así que Amelia meara.  




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