LXXI.- Cuando murió mi bisabuelo y el casco de Aquiles.

Cuando murió mi bisabuelo materno.

Estrellita Castro.
Reina del Pasodoble.

Allá por 1940 un día, sin más, mi madre me castigó sin salir a jugar pero sin explicarme el porqué  ni el "porque no". Sin embargo a media tarde me dijo también sin más, que podía bajar a casa de los abuelos, y bajé como una bala porque me gustaba estar con mi abuelo que  siempre me contaba cosas de Cuba... 

Pero allí, amortajado en la cama de mis abuelos, estaba mi bisabuelo, el padre de mi abuelo materno, para hacerle el velatorio. Lo habían trasladado porque su casa era pequeña y se calculaba que por la noche habría un velatorio multitudinario.   

Comprendí que mi madre me había quitado del medio para que no estorbara pero para fastidiarme una vez más el estar en algo importante de las cosas que ocurrían en mi familia..

Como ya  estaba escarmentado en el reciente velatorio de mi tío Pepe, no me sentí dispuesto a repartir vino dulce y pastas al tiempo que las señoras me manchaban la cara de carmín y los señores hacían elogios de mi estatura, o lo que es peor me preguntaran por las notas del colegio.

Monumento a Suspiros de España.
Detrás la puerta del Arsenal.
Cartegena

Decidí fugarme e irme al Rena, que es donde yo solía ahogar mis penas tomando el clásico boliche de gaseosa en el ambigú, procurando, eso siempre, que me lo dieran sin abrir. 

Era el estreno de Suspiros de España, protagonizada por Estrellita Castro y Miguel Ligero, lloré a moco tendido por mi bisabuelo, por el drama de la guerra, por las penas de la emigración y por la emotiva letra del pasodoble que canta Estrellita, en la película, pero que ya se cantaba hacia el final de la guerra a modo de himno nacional,

El precioso pasodoble Suspiros de España no tenía letra hasta que se la puso José Antonio Álvarez Casas , sobrino del compositor, para Conchita Supervía que grabó un disco Odeòn en 1932 y una sagunda versión para la película de Estrellita Castro, que albergó mi llanto de los diez años. Y no solo mi llanto, a mi alrededor lloraba todo el mundo...

Puerta del Arsenal.
Cartagena.

Transcurridos muchos años, en Cartagena, frente a la Puerta del Arsenal, en la plaza del Rey me encontré un monumento con un busto de  Antonio Alvarez Alonso y la partitura del pasodoble que por cierto lo estrenó en Cartagena  la banda de Música del Tercio de Levante de Infantería de Marina, el día de Corpus Christi de 1902, según consta en una placa conmemorativa en la plaza de San Sebastián de aquella ciudad.

Esta canción ha sido interpretada sucesivamente por Conchita Supervía, Estrellita Castro, Lolita Sevilla, Paquita Rico, Rosita Ferrer, Manolo Escobar, Plácido Domingo, Rocío Jurado, Dyango, Rosa López, Diego el Cigala,...

                                  

La versión de Manolo Escobar es con la letra original que cantó Conchita Supervía, cantada también por Plácido Domingo y que comienza así:

Siento en mi triste emoción

Me voy sufriendo lejos de tí

Y se desgarra mi corazón

Nunca el sol me alegrará....

La versión de Rocío Jurado es la de Estrellita Castro y la chipionera, tonadillera por excelencia cuando estrenó su canción se peinó con el clásico de la Reina del Pasodoble para hacerle un pequeño homenaje. 

                         Quiso Dios con su poder                              

fundir cuatro rayitos de sol

y hacer con ellos una mujer

Y al cumplir su voluntad...

La chipionera, peinada como Estrellita.

Versión de Dyango:

Quiso Dios con su poder

jugar con fuego y rayos de Sol

y hacer con ellos una mujer

La esculpió de junco y miel...

Cada vez que escucho cualquiera de las versiones de Suspiros de España me acuerdo de mi bisabuelo.

y...El Casco de Aquiles.

Hoy traigo  mi  casco de Aquiles en miniatura, como pretexto para contar algunas cosas de su vida.

Aquiles curando a su amigo Patroclo.

Aquiles era hijo de Peleo, rey de Ftia en Tesalia y de Tetis. Para hacerlo inmortal, su madre le untó el cuerpo con ambrosía y lo pasó por el fuego, después lo sumergió en  la laguna Estigia para hacerlo invulnerable. Pero al sumergirlo lo sostuvo por el talón, que no se mojó y le dejó un lugar vulnerable en el cuerpo. Fénix le enseñó el arte de la elocuencia y el manejo de las armas. El centauro Quirón, después, le enseñó la medicina, y lo alimentó con entrañas de leones y  jabalíes para transmitirle la fuerza de los animales. Aquiles fue el héroe griego principal de la Guerra de Troya. Como la madre oyera del divino Calcas que Aquiles moriría en la guerra de Troya, lo distrazó de mujer y lo llevó a la corte de Licomedes, donde se dedicó a trabajos femeninos. Aquiles reveló su identidad a Deidamia, hija de Licomedes, de quien se enamoró. De su unión nació Pirro o Neoptólemo. Descubierto por Ulises, fue con él a Troya. A pesar de los consejos de su madre, prefirió una vida corta pero gloriosa a una existencia larga y oscura. Se hizo célebre por sus azañas; conquistó varias ciudades de Cilicia. Se malquistó con Agamenón, que le arrebató a Briseida, cautiva de guerra; se retiró entonces de la lucha acarreando así que los griegos sufrieran muchas derrotas. Cuando su amigo Patroclo fue muerto por Héctor retornó al combate, con una armadura mágica, forjada por Vulcano a pedido de Tetis. Mató a Héctor, arrastró su cuerpo en torno a Troya, y lo entregó a Príamo. Fue muerto por Paris de un flechazo en el talón, cuando iba al encuentro de Polixena.

                                 (Según el Diccionario de Mitología grecorromana, 1974)

Brad Pitt en su papel de Aquiles.

Polixena era hija de Príamo y Hécuba. Aquiles la conoció cuando ella, con su padre y Andrómaca, se dirigió a él para reclamar el cadáver de Héctor.  El héroe se enamoró de su belleza y, con tal de obtener su mano, se dispuso a traicionar a los griegos, pasándose a las filas troyanas, Pero Paris lo mató. Para calmar el alma de Aquiles, su hijo  Neoptólemo , sacrificó a Polixena sobre su tumba para que estuviera con su padre para siempre.