Roberto Font |
Roberto Font nació en San Juan de Potosí, Méjico, en 1908. Su madre la señora Font dio a luz en el descanso entre el primero y el segundo actos de El Rey que rabió, que estaba representando en el teatro de la Paz. Roberto nació en el camerino número uno y su madre ya no pudo seguir la representación, siendo sustituida..
A los 22 años abandonó la carrera de marino que estaba estudiando muy avanzada ya, y se dedicó al teatro. sin embargo ya había salido a escena en La cabaña del Tío Tom cuando tenía pocos meses, en brazos de su madre.
Vino a España a los 26 años y estuvo actuando en cafés y teatro hasta que en 1935 protagonizó su primera película: Amor en maniobras.
Groucho, mi modelo. |
Se fue de España y estuvo en Méjico, su tierra natal. Sin embargo en Mayo de 1955, me lo encontré en Nueva York, en una cafetería del Bronx yendo con mi amigo y compañero Felipe (q.e.p.d). Cuando entramos nos miró con insistencia entre curioso y sorprendido quizá por lo insólito de encontrarse en Nueva York con dos guardiamarinas españoles. Lo reconocí porque era inconfundible y como me había reído mucho con algunas de sus películas me acerqué a saludarlo, cosa que además de gustarle por ser reconocido también parecía que le asustaba.
En Elcano durante mi viaje yo era el guardiamarina encargado de organizar fiestas y festejos con un pequeño presupuesto que gasté prácticamente en fuegos artificiales que se lanzaron y se agotaron entre la Nochebuena y la Nochevieja de 1954.
Un papel protagonista |
Cambiando impresiones con Roberto Font sobre todo lo que se nos ocurrió, de pronto le pedí que actuara a bordo y entonces comprendí el porqué de la evidente preocupación que él tenía. - Pero el barco es suelo nacional y pueden detenerme. - dijo, - No, ¿porqué? - Lo tranquilicé como pude y quedamos de vernos a bordo de Elcano al día siguiente. Se lo presenté al Segundo y nos fuimos juntos a ver al Comandante. Quedó todo acordado para la actuación a bordo de Roberto Font y a los dos días, el anterior a zarpar para España definitivamente. Vino con un prestidigitador y una bailaora con guitarrista incluido. La matiné fue un éxito y la actuación de Roberto Font memorable, un recital a ratos en prosa y a ratos en verso, subrayado con rasgueos de guitarra, que hacia pasar de la risa al llanto y del llanto a la risa con la maestría que solamente alguien con las tablas de Font podría igualar. El prestidigitador era un mago cómico que no estuvo mal y la bailaora cumplió. Yo hacía de presentador, disfrazado de Groucho Marx, por segunda vez, contaba chistes nuevos al empezar y entre los números, y gritaba a cada momento:
¡ Más madera ! ¡ Más madera !, viniera a cuento o no, pero funcionaba.
Un papel secundario. |
Después hubo una comida en la Toldilla, presidida por el Comandante a la que asistieron los pocos invitados del Comandante que había, todos los Jefes del buque y los artistas entre los que me encontraba. Fui muy felicitado porque estaba obligado a hacer un festejo mas porque era el último antes de zarpar rumbo a España y todo el mundo sabía que ya no quedaban "molinas", ni "farinas", ni "gardeles", ni "gilas" de la dotación que no hubieran actuado anteriormente y yo ya había actuado dos veces y tenía agotado el repertorio. Por eso le estaba muy agradecido a Roberto Font, mientras que él, contento de pisar un barco-suelo español estaba pensando ya volverse a España, cosa que hizo en 1957. Lo volví a ver por última vez en Madrid a principios de los setenta encontrándome de paso hacia Ferrol desde Cartagena.
Sentí mucho su fallecimiento el 16 de Junio de 1981, en Madrid (q.e.p.d.).
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