Mi desayuno cotidiano.

Como ya no puedo conducir me lleva Jéssica Maria casi todas las mañanas a desayunar en alguna cafetería próxima a mi casa. A cualquier cafetería que efectivamente esté cerca de mi casa y que además tenga churritos.

Mi desayuno normal.

Hoy me tocó ir a El Mercado que cumple los  requerimientos exigidos, que está llena de gente desayunando todas las mañanas, y que además los empleados son muy amables, ya me conocen y al verme me preguntan ¿lo mismo? y casi sin esperar respuesta ya me lo sirven.
Vine muchas veces a desayunar aquí y una vez intentando merendar, pero la pega de este sitio es que por las tardes ni son tan amables, ni tienen churritos frescos, por eso salvo una vez que me dieron churritos resesos aunque no me los cobraron, ya no volví por las tardes.

Una de las cosas que me gustan de El Mercado es,  aparte del café que lo hacen muy rico y de los churritos frescos deliciosos, es que tiene en una pared una gran reproducción de una fotografía antigua de la Calle de la Iglesia de Ferrol en la que se ve el ir y venir de gente que se formaba todas las mañanas delante de El Mercado de Abastos ferrolano.
Esta foto me trae recuerdos de mi infancia, cuando los  dias sin colegio, acompañaba a mi madre para hacer la compra y le ayudaba a llevarla para casa.
En aquella época los frigoríficos eran una rareza, todavia no había neveras con hielo, en las casas normales solamente teníamos  fresqueras y había que comprar los frescos a diario. Eso explica la cantidad de gente que iba a la compra de cada mañana.

Mural de El Mercado que me trae recuerdos de la infancia.