El día 30 de diciembre de 1954 llegué a Charleston procedente de Monrovia (Liberia) y permanecí en aquel puerto de Carolina del Sur (U.S.A) hasta el dia 4 de Enero de 1955, zarpando dicho día en el Buque Escuela Elcano con rumbo a Funchal (Islas de Madeira).
En Charleston me pasaron tantas cosas que las tengo que contar por partes para no cansar a mis sufridos lectores (que los tengo aunque parezca mentira)...
Por lo de pronto allí despedí el año 1954 y recibí el 1955 ¡sin uvas!, y a pesar de eso fue un año estupendo, como casi todos mis años porque yo les pido poco y por eso la mayor parte de ellos me dieron más de lo que pedía...
Recibí el año 1955 bailando en un cotillón muy americano, (muy divertido, que no fue el único disfrutado en mi viaje por América) lleno de serpentinas, de confeti, de globitos y de muérdago colgado por encima de nuestras cabezas y sobre todo con una explosión de besos al dar las doce, de rubias despampanantes que no te conocían de nada, pero eso sí se veían obligadas a besarte por culpa del muérdago...
En Charleston me pasaron tantas cosas que las tengo que contar por partes para no cansar a mis sufridos lectores (que los tengo aunque parezca mentira)...
Por lo de pronto allí despedí el año 1954 y recibí el 1955 ¡sin uvas!, y a pesar de eso fue un año estupendo, como casi todos mis años porque yo les pido poco y por eso la mayor parte de ellos me dieron más de lo que pedía...
Recibí el año 1955 bailando en un cotillón muy americano, (muy divertido, que no fue el único disfrutado en mi viaje por América) lleno de serpentinas, de confeti, de globitos y de muérdago colgado por encima de nuestras cabezas y sobre todo con una explosión de besos al dar las doce, de rubias despampanantes que no te conocían de nada, pero eso sí se veían obligadas a besarte por culpa del muérdago...
Charleston entonces no negaba para nada su origen y ambiente esclavista como puerto de llegada de barcos negreros de Africa y de distribución de esclavos a toda la Costa Oriental Americana.
Allí visité un bien conservado mercado de esclavos en que todavía se me antoja que resonaban el restallar de los látigos y las voces de las pujas, con réplicas y contrarréplicas de los compradores.
En Charleston ví por primera vez la película "Gone with the Wind", en versión original, antes de verla otra vez en España, en el desaparecido cine Avenida de Ferrol, convertida en "Lo que el viento se llevó" y doblada al castellano (que no es igual). Esta película, filmada en 1939, no envejece, es eterna.
¡Dios mio! ¡Que guapa era! Me dió mucha pena su muerte. Murió de lo mismo que la heroínas románticas, de tuberculosis, como Margarita Gautier. |
Más tarde supe que el cambio era debido a que el mismo productor David O Selznick habia cedido a la presión del público norteamericano, que demandaba resaltar a Vivian Leigth.
Yo era muy joven entonces y aquel reconocimiento popular de los méritos de Vivian como actriz me emocionaban de verdad pero ahora que soy mayor, en su categoría de vejestorio, todavía me emociona más y quiero pensar que de no haber sido reconocidos los méritos de la protagonista por el público norteamericano llegarían a ser reconocidos y demandados por el público español (?).
Hasta la próxima Segunda parte!
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