domingo, 30 de diciembre de 2012

XXI:- Carta a Ignacio Sánchez Galán.

Querido amigo Iñaqui:

¿Dónde van aquellos días en que eramos jóvenes?, tú mucho más que yo por supuesto, cuando nos abríamos camino tratando de demostrar nuestros valores. Recuerdo unos días en Lima que tu llevaste a buen fin un gran negocio para tu empresa y apenas parecía que te dieras cuenta de  lo que aquella y otras gestiones llevadas a cabo por ti desde Madrid y en países suramericanos, con éxito rotundo, suponían para tu futuro, que ya está aquí. 
Entonces Evo Morales era un individuo anónimo del que nadie se preocupaba, pero yo te había avisado de que era muy malo mezclarse con gente de sus características. ¿ Como te fiaste de un tipo que usa esos jerseis que lleva, sin ningún rubor, incluso a recepciones de Estado? Es que llamarse Evo ya era un indicio de malos presagios. ¿Y te has fijado en los amigos  que se gasta el tal Evo Morales? (lo de Morales ya le pega poco, parece un cachondeo de la providencia). 
Sabes que sigo tus actividades y me alegró el cambio de rumbo que le diste a Gamesa, aunque la maniobra todavía esta por terminar.
Estuve pensando escribirle a Evo e lugar de escribirte a ti, pero Evo no se merece ninguna atención.   
En fin, Iñaqui, siento mucho lo que te ha pasado con Evo y Evo no tiene perdón,  Evo es un tipo bolivariano con tintes  kitchnerianos y un son cubano muy acusado. Estoy contigo y sé que de ésta también saldrás airoso, pero no te olvides de que quien con niños se acuesta excrementado alborea, digo escarmentado, Creo que casi os conviene que Evo se quede con las filiales (que ya se le atragantarán)  y que nuestro gobierno lo presione hasta la saciedad para que pague y para evitar ese cachondeo suramericano nacionalista  que se está generalizando.  Un abrazo .R.

                                        

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