sábado, 21 de noviembre de 2015

Harpías o arpías.

Las raptoras.
Las raptoras: que así se designaban colectivamente a Aello, Occípite y Celleno, que en griego eran más conocidas por Aeló, Okypete y  Kelainó, eran hijas de Thaumas y Electra.
Sus nombres significan, respectivamente, en griego, Borrasca, Vuelo rápido y Oscuridad. Eran diosas de la tempestad. Tenían aspecto de mujeres aladas o de aves con cabeza de mujer. Luego sus atribuciones incluyeron la de "raptar" a las almas. Se acostumbraba colocar su imagen, cargando el alma del difunto, sobre los túmulos.

Fineo, rey de Tracia, alcanzado por una maldición,  fue insistentemente  perseguido por las Harpías, que quitaban todo lo que se colocaba ante el rey, especialmente los alimentos.  Y lo que no conseguían llevarse  lo contaminaban con sus excrementos. A pedido de Fineo , los Boreádas salieron en pesecución de las Harpías.

El  destino había determinado que solo podrían  ser muertas por   Calais y Zetes, hijos de Bóreas   y de Oritia. que a su vez morirían  si no las vencían.

Los jóvenes las presiguieron hasta que Iris les declaró que por ser hijas de Júpiter, las Harpías no debían ser muertas. Las Harpías prometieron dejar tranquilo a Fineo y se refugiaron en el "fin del mundo", en las Islas Estrófadas .

Allí llegó Eneas después de soportar una terrible tempestad.  Al encontrar rebaños gordos trató de abatir  algunos animales para alimentar  a su tripulación. Apenas empezaron a comer, bajaron las Harpías  y les arrabataron el alimento contaminando todo con su inmundo contacto. El héroe troyano y sus compañeros trataron en vano de matarlas. No obstante, la Harpía Celeno les profetizó que llegarían a Italia y enseguida se refugió en el bosque con sus hermanas.
Los troyanos abandonaron las Islas Estrófadas. Según una tradición , las Harpías  se unieron al viento Céfiro y tuvieron a Xanthos y Balios, caballos de Aquiles, y a Flogleo y Harpago, caballos de los Diósculos.



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