viernes, 4 de enero de 2013

XXVIII.- Dos: RICARDO CARBALLO CALERO y..,.

Rubén Darío (en boca de Manoliño).

Don Ricardo y Doña Ignacia, fueron unos de los mejores profesores que tuve en el Bachillerato, especialmente Don Ricardo;  sus clases dejaron huellas muy profundas en mí y por eso seguramente recuerdo con más nitidez las anécdotas ocurridas en sus clases. Recuerdo también que alguna vez Doña Ignacia se llevó  a su hija Magalí que se sentaba toda formalita en un banco de la clase. Ahora Magalí  ya es una señora, por cierto ilustre y muy competente de nombre María Victoria.
Doña Ignacia no se reía mucho,  sin embargo un día, Manolo, en la clase de Geografía hizo que doña Ignacia se partiera de risa porque Manolo describiendo España, dijo que tenía Francia encima. ¿Cómo "encima"? - Bueno, en la parte de arriba - dijo Manolo. Doña Ignacia con lágrimas en los ojos (de risa contagiada por la clase) consiguió que Manolo dijera titubeando, con una vocecilla apagada: ¿Al norte?.. ¡¡¡ Muy bien señor!!! - jaleó Doña Ignacia. Lo cierto es que Manoliño  aprendió muy bien que "arriba" era el norte como lo demuestra que  en la clase de Ciencias Naturales, de la señorita Angeles, y ante un  poster gigante mostrando un cuerpo humano con toda "las tripas"  al aire dijo que el páncreas estaba al norte del estómago.
Felix Rubén García Sarmiento
(Rubén Darío)
                                    -o-O-o-
Don Ricardo tampoco se reía mucho en clase, pero le brillaban los ojillos de risa contenida porque tenía un gran sentido del humor. Normalmente en su clase de Literatura leíamos fragmentos de prosa y recitabamos poemas. Los recitadores teníamos que adoptar posturas declamatorias y ayudarlas con gestos.
A Manoliño le "tocó" Rubén Darío, y escogió recitar  Sonatina, que debía también presentar por escrito, con un trabajo de análisis sintáctico y morfológico. 
- Señor, salga a la palestra para recitarnos los versos elegidos.
Mario salió rígido, hierático, envarado y con los brazos cruzados ante el pecho, empezó con un estilo que yo calificaría de monocorde: 

 La princesa está triste...¿Que tendrá la princesa? ...

No, no, no, señor,- interrumpió Don Ricardo) tiene usted que  recitar, que entonar y que gesticular como ya les he explicado en varias ocasiones. YManoliño, abrió los brazos, puso cara de pena y empezó otra vez:
La princesa esta triste...¿Que tendrá la princesa  ?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
(aquí Manoliño puso boquita de piñón)
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro, 
(para mostrar la palidez Manoliño se pasó las manos por la cara)
está mudo el teclado de su clave sonoro
( Manoliño apantalló una oreja con la mano, escuchando)
y en un vaso olvidada, se desmaya una flor.
(aquí dejó caer los brazos encorvándose un poco)
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales, 
(brazos en jarras, hinchó el pecho y se pavoneó)
Parlanchina la dueña dice cosas banales, 
y vestido de rojo piruetea el bufón.
... 
Al tiempo de recitar el verso del bufón, Manoliño hizo una pirueta muy graciosa, dio un traspiés y se cayó de la tarima donde estaba subido. Las risas fueron clamorosas y creo que Don Ricardo también se divirtió (aunque solamente se reía con los ojos). Comprobado que Manoliño no se había lastimado, Don Ricardo lo relevó, recomendándole que practicara mucho recitando  delante de un espejo.
                                                                   -o-O-o-
Después Don Ricardo para calmar el jolgorio, nos preguntó a todos uno por uno qué era una hipsipila, (palabra que aparece en un verso de SONATINA y que se habrá inventado Rubén Darío puesto que no está en el Diccionario de la RAE) y ninguno lo supimos, aunque se intuía, ni siquiera lo supo Manoliño que estaba encargado del trabajo morfológico...
    

No hay comentarios:

Publicar un comentario