miércoles, 2 de enero de 2013

XXVI.- Uno: RICARDO CARBALLO CALERO... y

Don Ricardo.
... el caballero medieval.

RICARDO CARBALLO CALERO, nació en Ferrol el dia 30 de Octubre del año 1910 y murió en Santiago de Compostela el día 25 de Marzo de 1990. Su biografía es bien conocida y yo no voy a cambiar nada de ella pero sí quiero añadir algunas insignificancias para su biografía que son muy importantes para mí y que no encontré en las fuentes de información normales a mi alcance.
Es sabido que D. Ricardo era licenciado en Derecho,y en Filosofía y Letras por la Universidad de Santiago de Compostela y Doctor por la de Madrid. Es sabido que se casó con María Ignacia Ramos, licenciada en Historia y compañera de la Universidad.
Es sabido que al terminar la Guerra Civil del 36, llamada del Alzamiento Nacional, fue juzgado y condenado a 12 años de prisión con cargos de separatista. y también es sabido que el año 1941 obtuvo la libertad provisional.y regresó a Ferrol.
Lo que no parece muy divulgado es que inmediatamente, al llegar a Ferrol, se pusieran  a dar clases de Bachillerato en el CENTRO DE ENSEÑANZA GENERAL, Don Ricardo y su mujer Doña Ignacia, que así les llamaba yo, como todos mis condiscípulos. Alli, para sorpresa de mucha gente a la que se lo comenté, nos enseñaban una por una con todo lujo de detalles en que consistían las diferentes religiones como el judaísmo, el cristianismo (anabaptistas, protestantes, etc) otros como calvinismo y arrianismo, el catolicismo, el budismo, el sintoísmo, el islamismo, mahometismo, etc. algo sobre religiones primitivas, como las  animistas, el ocultismo, etc,. y los puntos de vista de los agnósticos, de los ateos y otros. En el ambiente del Centro esto era normal.
El Centro de Enseñanza General era un Colegio Mixto de enseñanza liberal, codirigido por D. Luis de la Cruz y por Don Armando Rey,  que estaba bajo la advocación del Angel de la Guarda y que entonaba  el Himno Nacional con  letra (compuesta según creo yo por D. Manuel Masdías), tanto al izar como al arriar la bandera del asta situada en el balcón principal..
En el solar de este Colegio de dos plantas que estaba en la Calle Dolores y ocupaba lo que es hoy la tienda de El Corte Inglés y el edificio del antiguo Cine Avenida.
Por una serie de motivos que no viene a cuento comentar, se separó la parte femenina del Colegio y se instaló en la Calle de la Iglesia, esquina a Sánchez Barcaíztegui. Don Ricardo pasó a dar clase de Bachillerato también en la sección femenina del Centro.

Don Ricardo Carballo Calero, que en vida nunca se llamó Carvalho, ni antes de Franco, ni con Franco ni después, como se puede comprobar en la portada de sus obras. En la imagen de la izquierda, que es la portada del folleto de una conferencia pronunciada por don Ricardo en 1929, puede comprobarse que se apellidaba Carballo, que es la forma gallega y no Carvalho que es la forma lusa. A mi. me dió clase básicamente de Filología, de Lengua y de Literatura castellanas. Sin embargo te dejaba hablar en gallego o en castellano  indistintamente pero  prohibía terminantemente mezclar idiomas, cualquier desliz hacia el castrapo te lo convertía en un cero. Alguien dijo una vez "estes días" y lo expulsó de clase por reincidente.
Bien, Don Ricardo era un hombre puntual, irónico, con gran sentido del humor que se le veía en los ojillos, y muy cuidadoso. Llegaba a clase con su sombrero y su portafolios. Usaba reloj de bolsillo con leontina que colocaba sobre su mesa para  controlar la marcha de la clase. Y a un lado del reloj, un lápiz estilográfico que tenía más misiones que escribir....
En cierta ocasión Juan, uno de mis condiscípulos, que tenía cierta propensión a tartamudear sobre todo cuando no estaba seguro, recibió un aviso de  Don Ricardo. Don Ricardo  cogió un largo puntero a modo de lanza, le colocó la punta del puntero en el sobaco y le dijo: Si vuelve Vd a tartamudear muere como un caballero  medieval...     Juan no volvió a tertamudear jamás en clase de Don Ricardo. Todos estábamos enterados por las clases de Geografía e Historia, que nos daba Doña Ignacia, de cuales eran los puntos débiles de una pesada armadura de caballero medieval. No sé si Juan lee este blog ni si se acuerda del percance, pero todavía nos vemos y nos saludamos por la calle Real. Igual se lo comento un dia de estos. .
Hasta otro día.

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