Un premio es un todo y me parece impresentable el aceptar solamente una parte y además con profunda displicencia, rechazando el resto. ¿Y qué es el TODO de un premio ? Pues principalmente es el protocolo, incluida la ropa recomendada para recogerlo, el agradecimiento explícito a quiénes lo han otorgado, el respeto a quienes ya lo han recibido antes, aunque sea disfrazados de pingüinos, y el respeto a los presentes en el acto de la entrega. Recibir un premio no es solamente agachar el cuello para aceptar la medalla y poner las manos en forma de cuenco para coger la substanciosa pasta gansa que casi todos los premios de la categoría del Cervantes traen consigo.
Y si además se pronuncia un discurso de escasos diez minutos que casi escupía republicanismo en la cara del Rey, que iba disfrazado de chaqué con su toisón de oro en la solapa, corto discurso que en realidad fue una soflama partidista aceptando el premio como a medias, discurso que se suponía de agradecimiento por recibir el premio que aceptó rechazándolo a la vez, dejando la impresión en los presentes de que se le debía dar el premio porque lo merece por encima de todos y que alguien debe pedirle perdón por habérselo concedido sin su permiso, obligándole a ponerse la medalla conmemorativa y a embolsarse el dinero contante y sonante. Pero eso sí, sin obligarle a poner chaqué y aceptando de buen grado su permanente cara de vinagre durante todo el tiempo de la ceremonia...
Juan Goytisolo afirmó que vestirse de chaqué a sus ochenta y cuatro años es como si se disfrazara de chilaba y esto de verdad hace que me sienta aludido. Mi sobrina Cris y su novio Jorge me han pedido que vaya de padrino de su boda y yo, que tengo 7 meses más que Goytisolo, corro al sastre para vestirme lo más parecido a un padrino que se me ocurre, por respeto a Cris, a Jorge, y todos los asistentes a la boda, porque les aseguro que yo ya estaba de vuelta en cuestiones protocolarias, porque de hecho el libro de protocolos lo había tirado a la papelera el día que me jubilaron,
Nada tiene que ver una boda con el Premio Cervantes pero yo tampoco tengo nada que ver con Juan Goytisolo. Quizá estoy deformado por haber vivido toda mi vida sujeto a protocolos y si las comparaciones son odiosas más odioso es tener que aceptarlas y hacerlas.
Juan Goytisolo manifestó en cierta ocasión que jamás aceptaría el Premio Cervantes, pero cuando se lo dieron no dudó en poner las dos manos para recogerlo, pues bien yo opino que hay escritores con muchos más méritos para recibir el Premio Cervantes que Juan Goytisolo y si alguien lo duda o lo niega por lo menos reconocerá que hay escritores mucho mejor educados.
Juan Goytisolo afirmó que vestirse de chaqué a sus ochenta y cuatro años es como si se disfrazara de chilaba y esto de verdad hace que me sienta aludido. Mi sobrina Cris y su novio Jorge me han pedido que vaya de padrino de su boda y yo, que tengo 7 meses más que Goytisolo, corro al sastre para vestirme lo más parecido a un padrino que se me ocurre, por respeto a Cris, a Jorge, y todos los asistentes a la boda, porque les aseguro que yo ya estaba de vuelta en cuestiones protocolarias, porque de hecho el libro de protocolos lo había tirado a la papelera el día que me jubilaron,
Nada tiene que ver una boda con el Premio Cervantes pero yo tampoco tengo nada que ver con Juan Goytisolo. Quizá estoy deformado por haber vivido toda mi vida sujeto a protocolos y si las comparaciones son odiosas más odioso es tener que aceptarlas y hacerlas.
Juan Goytisolo manifestó en cierta ocasión que jamás aceptaría el Premio Cervantes, pero cuando se lo dieron no dudó en poner las dos manos para recogerlo, pues bien yo opino que hay escritores con muchos más méritos para recibir el Premio Cervantes que Juan Goytisolo y si alguien lo duda o lo niega por lo menos reconocerá que hay escritores mucho mejor educados.
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