jueves, 16 de abril de 2015

(3) Submarinos.

Este capítulo de Submarinos y algunos otros que seguirán, serán en conjunto  una breve narración sobre la triste historia de la construcción militar en España, particularmente de la construcción naval y muy especialmente de la construcción de submarinos, que viene a ser un amplio ejemplo de lo nefasta que ha resultado hasta la fecha la influencia política en la industria militar, salvo una honrosa excepción: la del proyecto Sigma II del que estábamos hablando en un articulo de este blogg - XXXI
Manuel de la Pezuela y Lobo, ministro de Marinas
que aprobó la construcción del Peral.
(2) Submarinos
de 28 de Enero de 2013 cuando nos llegó el fracaso de la construcción de la Serie S-80 lo que nos dejó atónitos y sin ideas.

Hemos dejado pasar el Centenario de la Creación del Arma para hablar del fracaso en la construcción sin enturbiar el centenario. Yo esperaba el fracaso y lo esperé al principio de la construcción de la Serie S-80, porque fue vaticinado por mi mismo ante quienes quisieron escucharme y a la vista de las circunstancias que precedieron a la fecha de conocer el fracaso. Y para no dilatar más el tiempo comencemos:
La mayor parte de los submarinos pertenecientes a la Armada Española fueron adquiridos ya terminados ("A-0" Isaac Peral comprado en EE.UU., los italianos F-22 ("A-1", Narciso Monturiol,). F-23 ("A-2", Cosme García) y el F-24 ("A-3", que nunca tuvo nombre), los italianos Archimede y Torricelli que se llamaron primero "C-3" y "C-5"  pero rebautizados más tarde como General Mola y General Sanjurjo respectivamente, el Submarino G-7, buque alemán que quedó internado en España al acabar la Segunda Guerra Mundial, cinco  submarinos de la Serie 30 adquiridos al Amparo de la Ayuda de EE.UU.)  o construídos en España con asistencia de Astilleros extranjeros (seis tipo B con proyecto y asistencia técnica de EE.UU., seis unidades tipo "C" también con proyecto y asistencia estadounidense, cuatro tipo Daphné - serie 30 - con proyecto y asistencia técnica francesa y cuatro unidades tipo Agosta - serie 70 - también con proyecto y asistencia técnica francesa.

José Maria Beranger Ruiz de Apodaca,
ministro de marina que se dedicó a destruir
a Isaac Peral y a su submarino.

Los submarinos proyectados y construidos en España sin ayuda exterior han sido: el Peral; 3 de la serie D, 6 de la serie G, que se proyectó, se acopiaron los materiales y se fabricaron algunos componentes importantes, y que  empezaron  a construirse hasta paralizar la construcción por descubrir que había desviaciones graves del proyecto; dos de la serie 40 (Foca),y dos  de la Serie 50 (Tiburón) que se construyeron pero que nunca llegaron a entregarse a la Armada, por la gran cantidad de defectos que tenían, y los 4 de la serie S-80 el más ambicioso proyecto hasta la fecha, cuyos materiales se acopiaron, muchos de cuyos componentes principales se fabricaron, iniciando su construcción de forma escalonada que hubo de ser interrumpida por descubrir graves desviaciones del proyecto original como por ejemplo y una vez más como en otros anteriores, un exceso de peso que en esta ocasión lo hacía inviable.

Submarino Peral. 
Teniente de Navío Isaac Peral y Caballero.

Aunque el submarino de Peral nunca perteneció oficialmente a la lista de buque de la Armada, vamos a considerarlo un fracaso debido a la influencia de la política sobre la industria militar y repetiremos aquí lo que escribió sobre Isaac Peral el eximio historiador Anthony  Preston, en su obra "Sea Power, a modern illustrated  Military History", publicada en 1979. diciendo:
<<El submarino propulsado eléctricamente de Peral fue construido en 1888, pero no fue  nunca aceptado por la Armada Española a causa de la obstrucción oficial. El motor eléctrico probó ser la respuesta al problema de la propulsión, y todos los submarinos siguientes deben algo a este prototipo. El problema de la propulsión estaba en vías de solución, pues al tiempo que Garret y Nordenfelt iban adelante con sus proyectos, un joven oficial de Marina español, el teniente de navío Isaac Peral, trabajaba en un submarino eléctrico. Es un extraño giro de la fortuna el que un país pequeño y subdesarrollado como España, hubiese producido el primer submarino moderno, cuando la primera potencia marítima y de construcción naval del mundo, Gran Bretaña, fuese aún incapaz de disponer de un medio adecuado de propulsión...>>  

Preston al hablar de  obstrucción oficial se refería  a que la aun admitido el proyecto propuesto por Peral sin reparos ni observaciones la Junta de Pruebas que controló posteriormente el funcionamiento del Submarino, ya construido - llamado Peral por todos aunque nunca fue bautizado -, tachó de inútil el proyecto después de exigir resultados y prestaciones  en las pruebas, que Isaac Peral nunca había ofrecido, Asimismo la inutilidad del barco lo  basaban en defectos de construcción leves y fácilmente corregibles. Lo cierto es que la envidia no le perdonó a Isaac Peral que fuera capaz de construir aquel submarino sin ser ingeniero, olvidando que en el equipo de Peral había maquinistas y mecánicos capaces de llevar a buen fin la parte artesana del proyecto. Isaac Peral se defendió alegando que para lograr las características exigidas ahora era necesario desarrollar un nuevo proyecto. Las máximas autoridades de la Armada   le comunicaron a Peral que podría hacer un nuevo proyecto pero que la construcción no sería dirigida por él sino por Ingenieros elegidos especialmente para ello. Peral quería emplear el mismo equipo que había construído el prototipo, porque tenían el Know-How  y dirigirlo él mismo. Las cosas se enquistaron, de tal forma que Isaac Peral pidió la baja en la Armada y poco después murió.
Submarino Peral, ya en los muelles de la Base de Submarinos de Cartagena antes de hacer el Monumento en Tierra.
La Marina de los EE.UU. reconoció pocos años más tarde  de que el Ministro de Marina José María Beranger Ruiz de Apodaca se dedicara a desmantelar totalmente a Isaac Peral y a su Submarino, que si la Armada Española poseyera un par de submarinos  como aquel en Cavite y en Santiago de Cuba hubiera podido evitar la destrucción llevada a cabo por las escuadras americanas de Dewey y Scheley en las fuerzas de Montojo y Cervera e incluso con ello evitar la derrota de España en la Guerra de Cuba.

El submarino fue olvidado y arrumbado en La Carraca hasta que el Almirante García de los Reyes consiguió llevarlo a Cartagena y convertirlo en monumento.

(CONTINUARÁ)

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