jueves, 18 de septiembre de 2014

XLVIII (1).- La vida de Don José (3).

CRONICA.


CAPITULO III.

Donde se cuenta el ansiado regreso de Don José a Ferrol, esta vez con los ahorros bien calculados, pero con la inesperada sorpresa de haber teneido una hija de Ventura..


Don José regresó muy cambiado buscando un peluquería que mantuviera su nuevo look y listo para comerse el mundo, pero tuvo un par de disgustos que rebajaron algo sus perspectivas. 
Don José .

En primer lugar su novia Ventura había dado a luz una niña que él no quiso reconocer como propia a pesar de que su madre Andrea se lo pidió. Sin embargo en su fuero interno la reconocía y por ello se casó con Ventura pero sin dar el brazo a torcer en lo que se refiere a reconocer a Asunción que es el nombre de bautismo de la niña.

Doña Andrea
El segundo contratiempo fue de tipo político porque no encuentra ningún partido que le satisfaga plenamente cuando él venía convertido en un activista de izquierdas y quería actuar. Finalmente se afilió al partido  socialista de Pablo Iglesias porque al fin y al cabo Pablo Iglesias era  ferrolano como él. Sin embargo ser socialista en aquella época de Ferrol era bastante mal visto en los círculos que frecuentaban los hermanos, demás parientes y amistades de Don José.  Hasta discutió agriamente con su hermano mayor por haberse afiliado, pues aunque su hermano había sido compañero de Colegio de Pablo Iglesias allá por la infancia,  no estaba de acuerdo con algunas  cosas que hacía el fundador del socialismo español aunque símpatizara con sus ideas, pero no como para afiliarse. 
Don José que llegó a querer muchísimo a Asunción sin poder ocultarlo,  tuvo dos hijos más con Ventura,  que por cierto era guapísima,  otra niña que se llamó Erundina tan guapa como su madre y un niño, bautizado José, como su padre (bautizados los dos a pesar de la militancia de Don José en el Partido Socialista). Por aquellas fechas el Partido Socialista quería matar a la Iglesia Católica.

Termina aquí este capítulo tercero pero no se pierda el cuarto y definitivo en el que se acaba la apasionante pero corta  historia de Don José.

   

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