domingo, 25 de octubre de 2015

EL PIE IZQUIERDO.

Los pueblos antiguos eran un poco golfos y en este sentido tenían muy mala fama los griegos, los babilonios y especialmente los romanos porque ¿quien no oyó hablar de las orgías romanas?


La orgías romanas acababan a altas horas de la madrugada y por lo menos con unas cuantas borracheras monumentales diarias que si eras un asiduo orgiástico  te ponían es serio peligro de romperte una pierna de vez en cuando, una pierna rota por lo menos. 

El escabel al lado derecho, fijense que por el lado izquierda no hay casi espacio para poner los pies.  La plataforma en este museo en muy baja y no ofrecería demasiado peligro para los madrugadores con resaca...
Los romanos vivían en unas domus (casas u hogares) protegidas por los lares (dioses del hogar ) y dormían en triclinios situados en su interior sobre altas plataformas de piedra para ponerse a salvo de alimañas nocturnas y evitar sus mordeduras  (ratas, culebras, etc.).  El triclinio era alto también y se disponía una especie de escabel a su derecha para ayudar a levantarse por el lado de la pared. Si te levantabas por el lado izquierdo, sin escabel y sin la protección de la pared para apoyarte, te dabas un seguro batacazo desde lo alto de la plataforma de dormir, que te dejaba maltrecho..


En el latín que hablaban aquellos depravados, izquierdo se decía sinister y como lo declinaban sinister, sinistra sinistrum, para hacer del latín un embrollo que terminó por convertirlo en una lengua muerta porque era más fácil hablar en español, en gallego, en italiano o en francés todos ellos sin las puñeteras declinaciones.

Pues el caso es que cuando un senador o un prefecto,  un cónsul o un tribuno, un centurión o un pretor, de las antiguas élites romanas,  porque los más golfos solían ser patricios con cargo, aparecía maltrecho al día siguiente por la mañana de una orgía multitudinaria, sus amigotes le preguntaban ¿Qué, un siniestro?  Y el patricio de turno contestaba  (también en latín culto), Si, es que eché a andar con el sinister pedis, es decir, con el pie izquierdo.

Con el tiempo, cuando la higiene era algo generalizado, había desaparecido el triclinium y ya dormíamos en camas sin plataforma debajo y sin escabel de ayuda para bajarse, la palabra siniestro se convirtió en cualquier accidente por no tener incidencia en caídas de la cama, pero con muchas en accidentes de tráfico  pero lo de empezar a andar con el pie izquierdo se convirtió en un mal augurio siempre.


Conservamos la palabra en frases como "a diestro y siniestro" y a un tipo tétrico también le llamamos siniestro. 


Para hablar de lado o de mano siniestra en contraposición a mano derecha, la palabra izquierda la hemos tomado y reconvertido del vascuence ezkerra...y en español ya se dice siempre mano izquierda.

Pero algún partido político de izquierdas invita a recuperar la palabra SINIESTRO para calificarlo.




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